CAPÍTULO 1:

Un nuevo día comienza.
Hace una semana se mudaron a ésta nueva ciudad. Hoy comenzarán su primer año escolar allí, y aún no conocen a nadie.
Nick es el primero en levantarse. Se baña y alista, para luego ir hacia la cocina a ayudar a su madre, a preparar el desayuno.
Kev aparece minutos después, y ayuda a llevar las cosas a la mesa.
Como Joe todavía no se despierta, su madre va a llamarlo.
Sra. Denise: -Joesito, ya es hora de despertarse.
Joe: -¡Cinco minutos más, mamá!
Sra. Denise: -No, Joe. Vas a llegar tarde.
Joe: -Ok, ahora me levanto.
Su madre regresa a la cocina, donde el resto de la familia ya está sentada a la mesa para comenzar a desayunar.
Joe se da vuelta para el otro lado de la cama, y sigue durmiendo.
Sr. Kevin: -¿Y Joseph?
Sra. Denise: -Ya viene enseguida.
Kev: -¡Ay, mamá, ya lo conoces! –y va a buscarlo.
Sra. Denise: -¡No lo despiertes bruscamente, Kevin! Sabes que se pone de mal humor.
Nick: -Mamá, sólo se pone así un momento. Enseguida se le pasa.
Segundos después, Kev regresa.
Kev: -Ya está.
Sra. Denise (preocupada): -¿Qué le hiciste?
Kev: -Sólo le dije: “Mira, Joe, una chica linda pasa por tu ventana”.
Sra. Denise: -No creo que Joe se haya despertado por eso. Sólo le interesa su…
Joe llega corriendo desesperado, aún en pijama.
Joe: -¡¿Dónde está?! ¡¿Dónde está?!
Sr. Kevin: -¿Dónde está qué?
Joe: -Mi…Papá, estás aquí –mira como su hermano mayor se ríe a carcajadas.
Sr. Kevin: -¿Qué le dijiste, Kevin?
Kev continúa riéndose, sin contestar la interrogante de su padre.
Sr. Kevin: -¿Qué te dijo, Joseph?
Joe: -Que tú habías pasado con el coche sobre mi patineta.
El resto de la familia se mira, y empiezan a reír también.
Joe va a su cuarto a alistarse enfadado. Luego, regresa y desayuna muy silencioso. Después se levanta de la mesa, toma su patineta, y camina hacia la puerta principal para salir.
Kev: -Joe, ¿irás en patineta al colegio?
Joe: -No. Los espero en el coche –y se va.
Kev y Nick se despiden de sus padres y de su pequeño hermano Frankie, y salen de la casa.
Suben al coche, manejado por Kev, que hace poco tiempo obtuvo su licencia, y van hacia su nuevo colegio.
En el camino, Joe sólo mira por la ventanilla, sin hablar con sus hermanos.
Al llegar, desciende del coche, y empieza a recorrer el gran patio de entrada con su patineta.
Nick y Kev también bajan del coche, y miran desde allí todo el panorama.
Kev: -¡Wow, que lugar tan dividido!
Al observar que todos se dividen en grupos: los coristas, ciencistas, teatristas, pintores, skaters, y los deportistas y porristas, que se esparcen por el lugar, sólo con iguales.
Nick: -Habrá que adaptarse.
Kev: -Así parece.
Caminan adentrándose más a ese lugar.



Kev se acerca al sector de los pintores, atraído por un bello cuadro de un pony.
Kev: -¡Que bonito pony!
Pintores: -¡Gracias!
Uno de los pintores: -Es un trabajo que hicimos en conjunto. ¿Quieres unirte? –le extiende un pincel para que él también colabore en la creación.
Kev: -Claro –toma el pincel, y traza una nube blanca con forma de conejo.



Nick sigue caminando hacia la gran puerta de entrada, que aún le queda un poco lejos.
Por el momento, no quiere unirse a ningún grupo, no le interesa.
Ve cerca de allí una chica que intenta repartir unos volantes, pero nadie le presta atención. Él, muy acomedido, se acerca a ayudarla.
Nick: -¿Te gustaría un poco de ayuda?
Nanii: -No estoy para bromas. Necesitamos salvar nuestro bosque.
Nick: -¿De qué hablas?
Nanii: -De que éste sábado habrá una gran deforestación en un bosque de ésta ciudad. Estoy intentando hacer recapacitar a las personas al respecto. Pero como soy una “niña”, nadie me hace caso.
Nick: -Entiendo –le extiende su mano-. Soy Nicholas, Nick dime.
Toma la mano de Nick para saludarlo.
Nanii: -Soy Nanii.
Nick: -Entonces, ¿puedo ayudarte?
Ella le da algunos volantes, y juntos empiezan a repartirlos. Ahora le prestan más atención, al menos unas cuantas niñas de la edad de Nick, porque les gusta él.


Kev echa un vistazo a una chica que está tocando la guitarra, solitaria. Decide acercarse a ella, después de todo, él es un amante de ese instrumento.




Mientras esto ocurría, Joe se va acercando con su patineta sin proponérselo hacia la fuente, donde se reúnen los deportistas y las porristas.
Uno de los deportistas lo frena en seco.
Blade: -¿Qué haces aquí, tonto?
Tiff: -Éste es un sitio privilegiado, no para inútiles como tú. Esos se encuentran allí –señalando al grupo de skaters que se juntan en un sitio más alejado.


Kev: -¿Hace cuánto tiempo tocas la guitarra?
Mariiale: -No es de tú incumbencia.
Kev: -Ah, ok. Mmm…soy Kevin o, mis hermanos y amigos me llaman Kev.
Mariiale: -No me interesa. No soy ni tu hermana ni tu amiga.
Kev: -Por suerte y no eres mi hermana. ¿Cómo te llamas?
Mariiale: -Soy Mariiale -pensando que sólo así la dejará en paz. Se levanta y empieza a guardar su guitarra en la funda.
Kev: -¡Que bonito nombre!
Mariiale (despectivamente): -¿Sí, galán? –Lo mira fijamente a los ojos-. Escucha, te equivocaste de chica –y se va.


Nick y Kev se dan cuenta de que Joe está a punto de meterse en serios problemas, y deciden ir a ayudarlo.
“Si Joe abre la boca, enojado como está ahora, no creo que a mamá le guste la idea de ir a verlo al Hospital”, piensa preocupado Kev.
Nick: -Joe, Joe, creo que debemos irnos.
Blade (irónico): -Pero que bello, tres hermanitas unidas.
Los demás deportistas y las porristas se ríen a carcajadas, y se burlan de los chicos.
Kev toma a Joe de los hombros para llevárselo de allí.
Joe: -Kev, puedo irme solo –gira, y se topa con alguien.
Mira a la persona con quien chocó, y ve que es una chica, una porrista que acaba de llegar.
Mandy: -¿Te puedo dar un consejo?
Joe (indignado con la situación anterior): -¡¿Qué?! ¿Qué vaya con los inútiles?
Mandy: -No. que trates de alejarte de aquí pronto.
Joe (igual de molesto que antes): -¿Por qué?
Blade: -Porque acabas de chocar con mi chica –aprontando sus puños para golpearlo.
Mandy: ¡No soy tu chica, Blade!
Blade: -Nena, lo discutimos luego –acariciando una mejilla de ella.
Para cuando Blade quiere acordarse, ninguno de los hermanos Jonas está ahí.
Mandy se queda mordiendo su labio inferior, y pensando: “¡Que lindo que es ese chico!”.


CONTINUARÁ…