NARRACIÓN DE JOE:
-Estamos ocupados, ¿puedes llamar mañana? ¿o nunca? –es la voz de ¿Nick? ¿Está con ella?
-¿Puedes pasarme con…
Me corta. ¿Qué le ocurre?
¿Dónde pueden estar?
¿Y si Edith lloraba por algo que le hizo Nick? No, él no es malo, no le haría daño. ¿O sí?
Está oscureciendo y mi preocupación aumenta cada vez más.
A eso de las nueve la llamo una vez más, atiende:
-¡Hola Joe!
-¡Edith! ¿Estás bien?
-Sí…
-¿Qué hacías con Nick? Es decir…hoy te vi mal y me preocupaste…
-Estoy bien…En mi casa al fin.
-¿Puedo ir a verte?
-Me encantaría que vinieras.
-Ok, ahora voy para allí.
Paso por algo para cenar y luego voy a su casa.
Al abrirme la puerta ella me dice:
-Dime que no es sushi.
-Ups…creí que a todos les gustaba.
-Mira, haré una excepción y por ti lo probaré.
Me sonríe. La saludo con un beso en la mejilla y me hace pasar.
Nos sentamos en el sillón de la sala a comer mientras miramos una película que alquilé.
-No puedo creer que tengamos eso en común –le digo cuando ella me confesó ser fan de Jim Carrey.
-¿Bromeas? Es el mejor. ¿A quién podría no gustarle?
-Eh…¿a la gente amargada?
-Puede ser…
Y sonríe, me hipnotiza cada vez que hace eso. Me aproximo y le robo un beso.
-Me preocupaste hoy…
-Lo siento…
-¿Qué fue lo que ocurrió?
-Nada. Prefiero no recordarlo.
-Pero…
-¡Por favor!
-Está bien.
Edith acaricia mi cabello y yo me dejo llevar, tengo necesidad de esos labios…de ella en sí…
Siendo sincero ni sé cuándo terminó la película…lo que sé es que está amaneciendo y durmiendo a mi lado está la mujer de mis sueños.
Me levanto con cautela para no despertarla, luce tan angelical.
Se me ocurrió prepararle el desayuno así que pongo manos a la obra en eso. Creo que me hace falta algo…pero ¿qué?...Ah sí, una rosa. Pero si voy a comprarla para cuando regrese Edith habrá despertado…Miro por la ventana y se me ocurre algo…Espero y la ancianita de al lado no se enfade por lo que haré.
Estoy a punto de salir por la puerta trasera…cuando recuerdo que no terminé de vestirme…Pero, ¿dónde quedó mi camisa? Regreso a la sala pero no está aquí…En el dormitorio. Ingreso sigilosamente y sí, aquí está. Una vez me atrapa…su piel…No puedo…Debo ir por la rosa…Solo me deben quedar escasos minutos.
Por suerte y no me vio la anciana…Cuando entro a la casa siento los pasos de Edith acercándose a la cocina. Rápidamente coloco la rosa en el florero.
-¡Buen día! –me dice ella con una sonrisa.
-¡Buen día hermosa!
Me da un tierno beso, pero yo la tomo de la cintura inclinándola y le respondo con un beso más apasionado.
-Wow…si así comienzas el día… -me dice ella sonriendo, una vez que la regreso a su lugar.
-Como podemos terminarlo, ¿no?
-Sí…
Observa lo que preparé y me ve sonriendo.
-¡Gracias! Es muy lindo gesto.
-Me alegro que te guste.
Nos sentamos a desayunar ahí juntos.
Me encanta estar con Edith.
Cuando estoy por beber un sorbo de mi café alguien golpea a la puerta. Ella se pone de pie y va a atender, la freno para besarla y luego retoma el camino hasta la entrada. Espía por la ventana y se voltea a verme. En susurros me dice:
-No vas a creer quién es…
SIGUE--->>>
NARRACIÓN DE EDITH:
No puedo creer que Nicholas haya hecho eso. Cuando termina la llamada lo miro seriamente, ¿qué se piensa? Le quito mi celular y comienzo a caminar hacia la carretera muy molesta.
-¡Espera! –me grita.
Me hago la desentendida y apresuro mi paso. Él sube a su coche y me alcanza. Va conduciendo lento intentando convencerme de que suba. ¿A quién engaño? Ni siquiera sé el camino de regreso. Él frena el vehículo, yo subo y sigue la marcha. En el camino vamos en silencio, aun estoy enfadada con Nicholas. Al llegar a mi casa, intento bajar pronto del automóvil pero el me frena y me besa. Lo aparto de inmediato, desciendo del coche y entro a mi casa cerrando la puerta furiosa.
Me doy una ducha para despejarme y olvidarme de ese horrible día.
Como ya es de noche, voy hasta la cocina a ver qué puedo cocinar, n realidad no tengo mucho hambre pero…
En eso suena mi celular, es Joe. Me alegra tanto escucharlo. Quedamos en que vendrá a visitarme ahora. Y yo sigo sin saber qué cocinar, deberé preguntarle a él qué prefiere.
Dejo de preocuparme por qué cocinar cuando lo veo a él llegar con ¿sushi?
-Dime que no es sushi –le digo bromeando, aunque en verdad no me gusta.
-Ups…creí que a todos les gustaba.
-Mira, haré una excepción y por ti lo probaré.
Entramos a la casa y nos sentamos en el sillón a cenar. Éste chico es increíble, trajo una película para que veamos de mi actor favorito.
-¡Adoro a Jim! ¡Gracias por traer una película de él!
-No puedo creer que tengamos eso en común.
-¿Bromeas? Es el mejor. ¿A quién podría no gustarle?
-Eh…¿a la gente amargada?
-Puede ser…
Y sonríe, me hipnotiza cada vez que hace eso. Me aproximo y le robo un beso.
-Me preocupaste hoy…
-Lo siento…
-¿Qué fue lo que ocurrió?
-Nada. Prefiero no recordarlo.
-Pero…
-¡Por favor!
-Está bien.
Esta tan cerca, mientras quedo perdida en sus ojos acaricio sus cabellos. Él me mira fijamente…es tan hermoso…se aproxima aun más y más y empieza a besarme, me dejo levar por esos apetecibles labios.
Solo diré que fue una noche inolvidable, bueno, cada momento con él lo es.
Poco a poco los rayos que provienen de la ventana comienzan a chocar con mis ojos, obligándome a despertar. Joe no está ya en la cama…Me levanto y me arreglo para ir luego hasta la cocina, esperando que él esté allí, y así es.
-¡Buen día! –lo saludo.
-¡Buen día hermosa! –me responde sonriendo, es tan lindo.
Lo beso. Y Joe me toma de la cintura inclinándome y me da un beso más apasionado.
-Wow…si así comienzas el día… -le digo cuando me deja en pie.
-Como podemos terminarlo, ¿no? –me contesta pícaramente.
-Sí…
Veo que sobre la mesa de la cocina hay preparado un delicioso desayuno.
-¡Gracias! Es muy lindo gesto –le digo.
-Me alegro que te guste.
Nos sentamos a desayunar ahí juntos.
No puedo dejar de mirarlo, me gusta tanto…bueno para ser exacta lo amo.
El timbre de entrada interrumpe nuestro perfecto momento. Voy a abrir, pero el me frena, me atrae hacia sí y me besa. Luego camino hasta la puerta como puedo ya que sus besos son algo adictivos.
Veo por la ventana y está el automóvil de Nick ahí estacionado.
-No vas a creer quién es… -le digo a Joe por lo bajo.
Él se da cuenta y va hasta mi habitación, no quiere causar problemas con Nick.
Le abro y lo veo con un ramo de flores en mano.
SIGUE--->>>
NARRACIÓN DE NICK:
Luego de terminar la llamada me doy cuenta que Edith no está muy contenta con lo que hice. ¿Qué le ocurre? ¿Cómo puede gustarle Joe?
Me quita su celular de la mano y se aleja a un paso acelerado hacia la carretera.
-¡Espera! –la llamo mientras corro hasta allí.
Regreso al auto y empiezo a seguirla conduciendo despacio, intentando convencerla de que me deje llevarla. Ella sube al vehículo y sigo la marcha. Esta tan molesta que ni siquiera me habla. No quiero verla así, solo quiero que me quiera.
Llegamos a su casa luego del prolongado silencio y, antes de que pueda descender del auto, la beso. Al parecer aun sigue enfadada así que se baja rápidamente y entra a su casa.
Voy hasta mi casa decepcionado, pero al concurrir las horas tengo más necesidad de ella. Son alrededor de las 12 de la noche, pero debo disculparme por mi brusca actitud de hoy.
Conduzco hasta su casa y me encuentro con un desagradable escenario. El automóvil de Joe está aparcado a unos metros de la casa de Edith.
Decido esperar allí, no puede tardar mucho en irse.
Al parecer fui vencido por el sueño porque despierto al sentir los rayos del sol golpeando mi rostro.
Miro hacia enfrente, y aun está el vehículo de Joe.
Doy una vuelta por el barrio esperando que él se vaya. ¿Y si no es su automóvil?
Me topo con una Florería y bajo por un ramo hermoso de flores para ella. Debo buscar la manera de que me perdone, aunque sé que pasó la noche con…él…
Llego de regreso a su casa, y aun está Joe allí. De todos modos voy hasta la puerta y hago sonar el timbre.
Ella me abre unos cuantos segundos después, se ve tan hermosa, que me hace perdonarla por lo que me hizo. Pero debo hacer lo que vine a hacer.
CONTINUARÁ…